El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha destinado 18,55 millones de euros en ayudas a Carboneras, único municipio incluido en el Convenio de Transición Justa del mismo nombre, a través del Instituto para la Transición Justa (ITJ) y del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), tal y como se ha puesto de manifiesto en la jornada informativa celebrada el jueves 27 de junio de 2024, según nota de prensa del Ministerio (ver aquí). La recuperación de suelos degradados, la mejora de espacios públicos, el impulso a iniciativas privadas y la dinamización de la actividad cultural, son algunas de las iniciativas apoyadas.
El Convenio de Transición Justa de Carboneras constata las carencias y falta de ambición de lo que debería ser una estrategia orientada a la creación de una nueva estructura económica en el municipio. A diferencia de otras ocasiones, no se señalan los compromisos de creación de empleo estable para compensar los puestos de trabajo destruidos por los cierres; no se fija una inversión global a realizar para lograr el objetivo de empleo; no se señalan plazos de tiempo para establecer las bases de un desarrollo sostenible de la zona; no se señalan qué actividades se deben priorizar a partir del diagnóstico realizado; no se presenta un calendario de las medidas, con objetivos medibles y mecanismos de seguimiento, es decir, creación de una Comisión de Seguimiento y una Mesa de Dialogo para garantizar la evaluación permanente por parte de los agentes económicos, sociales y entidades asociativas.
De lo anterior se puede deducir que no gusta la planificación como herramienta para orientar la creación de una nueva estructura económica. Que la planificación se lleva mal con el mercado y su sabiduría, de forma que la participación pública, las propuestas surgidas del tejido asociativo (aunque incluya también al empresarial) parecen verse como un lastre que hay que dejar a un lado.
Dicho de otra manera, observamos con decepción la manera de conducir los Convenios de Transición Justa por parte del Ministerio de Transición Ecológica y de su brazo gestor el ITJ, por ser un amasijo en la que todo parece tener cabida, sin que haya una idea tractora asentada en las potencialidades específicas de Carboneras. Nada que ver con la idea de una planificación estratégica -como se recoge en el artículo 27 de la Ley de Cambio Climático-, sustentada sobre el aprovechamiento de las fortalezas, la minimización de las debilidades, las medidas con larga mirada, los compromisos de empleo estable y el seguimiento participativo.