La bióloga y portavoz de Rebelión Científica Canarias, Laura de la Puente Aparicio, apunta (ver entrevista en EL SALTO aquí) a «la necesidad de generar alianzas y pasar a la acción para hacer frente a la crisis climática y avanzar hacia un decrecimiento justo».
Laura de la Puente tiene claro que los impactos del cambio climático ya se comienzan a ver. «Por ejemplo, una consecuencia del incremento de las temperaturas y la tropicalización que ya estamos registrando es el aumento de la temperatura del agua marina, que genera a su vez la proliferación de cianobacterias en las playas, que hacen el agua de mar insalubre y prohibido al baño. Desde el punto de vista climático, hablamos de la desertificación y tropicalización del clima, con mayor incidencia de huracanes o fenómenos adversos. O el caso del incendio incontrolable del pasado agosto en Tenerife, cuya magnitud ha sido una muestra de los efectos del cambio climático, ya que se ha visto incrementada por el desequilibrio hídrico que comentaba afecta a Canarias y la sequía crónica».
Para la portavoz canaria de Rebelión Científica, «Lo primero es descarbonizar con criterio científico y de manera urgente, sin destrozar un metro más de espacios naturales. No podemos generar macroproyectos como la Central Hidroeléctrica Reversible de Chira-Soria en Gran Canaria, que afecta a varios espacios de la Red Natura 2000. Hay que priorizar la generación energética deslocalizada y, en los casos de generar proyectos de esta índole, aprovechar las zonas antropizadas antes de destruir un metro más de espacios naturales».
«Hablamos de producir energía verde, pero nos olvidamos siempre de reducir el consumo: crecer urbanísticamente significa aumentar la demanda energética; el decrecimiento organizado disminuirá dicha dependencia, además de cambiar nuestros hábitos personales. Ahora bien, no podemos obviar una paradoja que se produce en nuestro sistema capitalista. Sucede que la introducción de energías renovables no está sustituyendo a las energías fósiles favoreciendo su disminución, sino que éstas se están añadiendo al mix energético global. Es decir, cada día consumimos más energías fósiles, pese a haber aumentado la producción de energías renovables. Así, estas se están añadiendo al consumo desmedido, no suplantándolas».
Asimismo, según informa NORTES el pasado 15 de septiembre de 2023, en Oviedo/Uviéu varios colectivos de defensa ambiental y de lucha contra el cambio climático se movilizaron delante de EDP, hoy TOTAL Energies, para alertar sobre la emergencia climática y exigir la reducción del consumo de energía, así como una rápida sustitución de los combustibles fósiles por otras fuentes de energía más limpias.
En la protesta en Asturias Ricardo Anadón, catedrático de Ecología de la Universidad de Oviedo/Uviéu, señaló que “El último informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) ha sido claro a la hora de establecer que, de no tomarse medidas inmediatas, antes de que termine esta década se habrá superado el límite de 1,5 ºC y se estará muy cerca de los 2ºC. A pesar de que los fenómenos meteorológicos extremos están mostrando las enormes consecuencias humanas, sociales y económicas (sequías, incendios, inundaciones, pérdidas de cosechas…), los gobiernos están muy lejos de fijar una reducción compatible con las indicaciones científicas y, mucho menos, de señalar a los combustibles fósiles como uno de los principales problemas climáticos a combatir”.