Miguel Pajares, licenciado en Ciencias Biológicas y doctor en Antropología, habla con ‘Público(ver AQUÍ) a raíz de su nuevo libro, ‘Bla-bla-bla. El mito del capitalismo ecológico‘ (Rayo Verde), un ensayo que destapa cómo las soluciones a la crisis climática que nacen desde gobiernos neoliberales y grandes corporaciones sirven para perpetuar un sistema económico basado en el crecimiento a costa del bienestar del planeta.

«El hidrógeno verde está sirviendo a las empresas gasistas para perpetuarse. Se vende como un combustible limpio que nos ayudará a descarbonizarnos progresivamente, pero luego ves todos los análisis científicos y entiendes que eso no va a pasar. Parece mentira que los gobiernos hayan comprado esa idea. Es decir, no se puede mezclar gas con hidrógeno en las cañerías como nos dice, ni se puede quemar en los actuales calentadores de gas. Habría que cambiar todos los calentadores, todas las tuberías e instalaciones porque el hidrógeno se escapa, es la molécula más pequeña que existe y las paredes de los gasoductos no están preparadas para contenerla», declara Miguel Pajares.

Al igual que la captura de CO2 es otro engaño, «todo lo que se ha ido desarrollando en los últimos años en la línea de captura de CO2 no ha servido para nada. Ninguna de las instalaciones que se han puesto en marcha hasta la fecha ha obtenido buenos resultados. Lo único que se captura es el carbono de las chimeneas de las petroleras y se hace porque las propias compañías tienen interés en reutilizar ese CO2 para inyectarlo a los pozos y sacar más petróleo».

ENTREVISTA

Se están destinando muchos fondos a las energías renovables, que se despliegan con fuerza, pero no se invierte en descarbonizar

Claro. El tema es que las renovables están creciendo a un ritmo espectacular, pero al mismo tiempo vemos que la economía sigue creciendo y requiriendo un aumento del consumo de los combustibles fósiles. Esto hace que las renovables no estén sustituyendo al gas, carbón y petróleo, sino que se sumen a los combustibles fósiles porque la demanda crece. El crecimiento económico sigue apoyándose en los combustibles fósiles.

Los gobiernos no están dispuestos a poner límites al consumo de combustibles fósiles porque eso sería poner límites al crecimiento económico. Hay una cosa que hay que tener muy clara, la lucha contra la crisis climática es una lucha que se basa en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que, en suma, las provocan los combustibles fósiles. ¿Se están haciendo cosas? Sí, pero lo esencial es reducir el CO2 y no se reduce.

En el libro hablo de la sorpresa que tendremos en 2030. La promesa que todos los gobiernos nos hicieron de reducir a la mitad las emisiones para esa fecha no se habrá cumplido en absoluto.

Habla de los compromisos de los gobiernos, ¿ en qué medida los lobbies y las empresas energéticas están condicionando la transición energética de Europa?

La están condicionando absolutamente. Las grandes corporaciones tienen sus políticas de negocio y no las han cambiado. No hacen nada para reducir las emisiones de su producción. Lo que sí hace es decirnos a todos que han entendido el problema y que se están poniendo manos a la obra. Entonces asumen unos compromisos a 2050, siempre a largo plazo, que son aceptados por los gobiernos. Cuando la UE dice dice que en 2030 habrá reducir sus emisiones a la mitad es porque asume lo que le dice que van a hacer sus empresas, ¿no?