El Gobierno de Asturias establecerá que la distancia mínima para la implantación de parques de baterías sea de un kilómetro respecto a los núcleos de población urbanos y rurales y de 500 metros en relación a las instalaciones ganaderas o masas forestales autóctonas. La única excepción a la distancia establecida en este plan será si se ubican en suelos degradados o que permanezcan ociosos y que anteriormente hayan albergado una actividad industrial, energética o minera, según informa ElDiario.es Asturias (ver aquí).
Esa excepcionalidad, en cuanto a la distancia si las baterías se sitúan en suelos degradados, supondría la condena a que dichos espacios permanezcan degradados, sin afrontar su regeneración para ser dedicados a nuevos usos relacionados con los servicios y la función residencial mediante nuevas viviendas. Como es el caso de los suelos degradados en los distritos de La Felguera, Lada y Barros, localizados en un espacio central de Langreo/Llangréu y que suponen, nada más y nada menos, que el 25% del suelo urbano del concejo.
La principal novedad es que el Ejecutivo asturiano fija como prioridad que estos sistemas de almacenaje se implanten en suelo industrial, como han subrayado este jueves el consejero de Ordenación de Territorio, Ovidio Zapico, y la titular de Transición Ecológica, Nieves Roqueñí.
Actualmente, hay 170 solicitudes de empresas interesadas en implantar parques de baterías en la comunidad, de las 47 están, en este momento, en distintos trámites administrativos o ambientales. En total, son 35 las peticiones que están en periodo de información pública, ha detallado la consejera.